olaaa
aka otro fic posteen
El último secreto
CAPITULO 1
Pasaban de las seis de la tarde, faltaba poco para que anocheciera, el silencio absoluto abrumaba aquel magnifico Santuario, por uno de sus tantos pasillos una hermosa joven caminaba lentamente, tal pareciera que no quisiera llegar a su destino; portaba una armadura de color azul cielo, que se ajustaba perfectamente en su curveada figura, la cual en la parte superior cubría solo sus pechos y sus antebrazos, en la parte inferior era una minifalda y formada por la misma armadura llevaba unas botas del mismo tono; encima llevaba puesta una capa con una capucha negra, que ocultaba su rostro; desvió su camino, dirigiéndose a un ventanal del lado derecho del pasillo, posó su mirada a aquella luna menguante que se encontraba en el cielo, llevó sus manos a su cabeza y se quitó la capucha, la cual reveló su hermoso rostro; era de cabellos color negro azulado, su piel de color claro, sus ojos de un color lila oscuro, casi llegando a morado y sus labios eran rosados. Después de unos minutos continuó con su camino hasta llegar a una gran puerta de madera, en la cual se encontraba tallada una especie de Paraíso, dejó escapar un suspiro y estiró el brazo derecho encendiendo su cosmos en su más alto nivel, el cual era igual o hasta más poderoso que él de un santo dorado; un destello de luz envolvió la puerta antes de abrirse, y en cuanto se hubo abierto, la joven bajó su brazo y continuó con su marcha hasta llegar a una habitación en la cual se encontraba en un trono, un joven que ya se encontraba dentro la veintena, de cabellos rubios y largos, ojos color azul profundo y piel blanca, llevaba puesto una túnica blanca con adornos en dorado y su porte era de grandeza; la chica al verlo se arrodilló ante él.
-Mi señor- dijo, tenía una voz melodiosa, suave y cálida; él posó su mirada en la joven e hizo un ademán para que ella se pusiera de pie.
-Etsuko-la llamó por su nombre, ella se puso de pie y lo miró a los ojos- ¿Por qué has venido a verme?
-Mi señor, he venido para informarle que vuestros presentimientos eran ciertos, Hades ha perdido la batalla en contra de vuestra hija y sus caballeros.
-Me supongo que los Caballeros que la protegían han muerto
-Está en lo correcto, mi señor... pero, no todos han muerto, sus Caballeros del más bajo nivel han resultado vivos, pero están en un estado muy delicado...
-Son más fuertes de lo que parecen esos niños
-Así es, mi señor- dijo ella y él se llevó la mano izquierda a su sien
-Esto no está bien... con tan pocos Caballeros no vencerá
-Entiendo su preocupación, pero... ya se lo ha dicho Alessia, nosotros somos capaces de vencer a cualquier enemigo que se nos interponga en el camino, vuestra hija no tiene porque enterarse de esta batalla...
-No entiendes Etsuko, no dudo del potencial que todos ustedes tienen, pero me temo que solos no podremos vencerlos...
-¿Piensa revivirlos?
-Si, pienso revivir a todos
-¿Solo para que vuelvan a morir?- Una joven igual de hermosa que la primera apareció en la puerta, tenía los cabellos de color negro y le llegaban a la cintura, su tez era blanca, sus ojos de color gris azulados y su vestimenta era semejante a la otra chica, solo que su armadura era de color dorado, caminó hacia él con gran orgullo y se detuvo al estar al lado de la otra joven.
-No solo para eso quiero que revivan
-¿Entonces? ¿Para que vuestro padre no asuma el control del Mundo? ¿Para que Athena siga siento la gobernante de el? ¿Para que les des falsas esperanzas a todo a quien quiere de una forma especial a alguno de ellos al saber que nuevamente están vivos?... ¿Para qué Zeus?- le dijo en una forma desafiante y aunque era dura de carácter, su mirada inspiraba bondad y una cierta dulzura...
-No entenderías si te lo digo Alelindorie- le dijo
-Pruébame- lo desafió cruzándose de brazos
-No tengo nada que probarte Guerrera- dijo él joven poniéndose de pie
-¡No es justo que lo hagas! ¡Ellos ya han sufrido demasiado!- dijo Alelindorie
-No reviviré a todos, solo a los más poderosos- dijo Zeus
-¿Y esa definición a quien implica?
-Ya lo verás a su debido tiempo, ya que muchos Dioses están involucrados en este caos
-Tonterías
-¿Acaso preferirías que ellos quedarán por siempre sufriendo? ¿Cumpliendo el castigo que se les dará al haber desafiado a los Dioses?... Ellos pagarían su deuda ante mi, si en esta Guerra Santa lucharan con el valor que tienen para protegerme a mí y a los demás Dioses y no solo a Athena
-Yo preferiría eso a tener que vivir solo para morir, Zeus...-dijo la chica antes de salir de aquella habitación
-¡Alessia!- gritó Etsuko para tratar detenerla; si bien creía que necesitarían toda la ayuda posible para derrotar al nuevo enemigo, también creía que no era justo lo que iba a hacer Zeus
-Déjala Etsuko, aún no acepta que ella perdió hace años- dijo el gran Zeus sentándose en su trono
-Pero mi señor...- Zeus negó con la cabeza
-Quiero que les informes a todos que en tres días partiremos al Santuario de Athena
-¿Cuando piensa romper el sueño eterno de los Caballeros?
-Cuando nos encontremos en el Santuario
-Muy bien- ella le hizo una reverencia a su Dios y dio media vuelta para salir de ahí
-Etsuko, quiero que envíes a alguien a avisarle a mis hijas, hijos y hermanos lo que está ocurriendo en este momento y también quiero que todos nos reunamos dentro del Santuario de Athena en tres días.
-Si, mi señor...
*6:45 PM
SANTUARIO DE ATHENA
El dolor de haber perdido a sus compañeros de armas, a sus amigos, a alguien tan importante se sentía en aquel cementerio. Hacía tan solo un día de la batalla contra el Dios de la Muerte y la ausencia de los Caballeros que fueron muertos en aquella batalla se sentía presente más que nunca. En aquel cementerio se había enterrado la esperanza, la luz de un mañana libre de maldad, la felicidad, la alegría, todo se hallaba sepultado... ¿Cómo se podría decir que habían ganado la Guerra? ¿Cómo se podría decir que en el Santuario solo habría paz de ahora en adelante? ¿Cómo si el vacío de su ausencia se sentía como una estaca en el corazón?
-Vamos Kiki, ya es hora de irnos- le dijo Marin al pequeño, eran los únicos que quedaban después de un improvisado entierro de su Diosa, ya que lo que más le importaba ahora era la salud de sus Caballeros de Bronce, los cuales se encontraban al borde de la muerte y habían sido llevados a los sanatorios dentro del Santuario.
-Si Marin-dijo Kiki con unas cuantas lágrimas que resbalaban por sus mejillas. -¿Podemos ir a ver como se encuentran Seiya y los demás?
-Claro-Dijo Marin y ambos comenzaron a caminar hasta que llegaron a los Sanatorios del Santuario. Una vez ahí Marin le pidió al pequeño que se adelantara ya que ella iba hablar con la enfermera en turno, quien por cierto iba saliendo del cuarto donde se encontraban los cinco caballeros.
-Enfermera... ¿Cómo se encuentran?- le preguntó y ella se detuvo para hablar con la pelirroja
-Realmente no le puedo mentir, su estado no ha mejorado desde que los trajeron ayer, es más, puede que haya empeorado, es muy probable que ninguno de ellos viva, tienen lesiones muy serias y... no hay muchas esperanzas de que se recuperen... lo siento- dijo la enfermera poniendo su mano sobre el hombro de Marin, en señal de apoyo
-Gracias- dijo Marin y entró a la habitación, ahí aparte de los caballeros y de Kiki, se encontraba Sunrei, quien había llegado hacía pocas horas al enterarse del estado tan delicado de Shiryu y de lo que había sucedido con Dohko...
-Hola Marin- le dijo la chica
-Hola Sunrei- por extraño que fuera parecía que Sunrei no había derramado ni una sola lágrima, lo cual le extrañó a la pelirroja- ¿Cómo te encuentras?
-Bien, ¿Por qué la pregunta?- le dijo Sunrei con una cálida sonrisa, se encontraba sentada al lado de Shiryu mientras sujetaba su mano inerte
-No por nada- dijo Marin, preguntándose ¿Cómo era que ella no había llorado?, y si lo había hecho no debía de haber sido por mucho tiempo
-¿No quieres descansar? Has estado al lado de Shiryu desde que llegaste
-No gracias, así estoy bien ˆ-ˆ- Sunrei negó con la cabeza y ambas quedaron en silencio, Marin se recargó en la pared cerca de donde se encontraba Seiya, y Kiki estaba sentado en un sofá cerca de la entrada jugando con sus dedos.
-Marin...- dijo Kiki alzando su cabeza para verla a los ojos
-¿Si?
-¿Crees que ellos se recuperen?
-Mira, Kiki... es muy difícil que lo hagan... sufrieron muchas heri...
-Yo creo que lo harán- intervino Sunrei, Marin volteó a verla
-No le des falsas esperanzas Sunrei
-Es mejor tener una gota de esperanza en un mar de dolor- Sunrei vio a Shiryu, no dejaba de sujetar la mano de este, como si de eso dependiera la vida de ella
-"Ella está enamorada de Shiryu"- pensó Marin al ver como miraba la chica al caballero del Dragón- Sunrei... ¿Puedo preguntarte algo?
-Claro Marin...
-Bueno, lo que pasa es que no te he visto llorar por Dohko y por lo que pienso el era como un padre para ti y para Shiryu...- Sunrei sonrió y le dijo
-Tienes razón, no he llorado... siento que llorar no es la mejor opción, es cierto que cura los pesares del alma, pero no quiero que mi maestro se preocupe por mi, no quiero que vea que estoy triste y por eso trato de sonreír en estos momentos, creo que a él le debe de agradar más verme sonriendo que llorando- Marin se quedó callada volteado a ver afuera de la ventana, las palabras que decía Sunrei eran ciertas. En ese momento llegó June, quien saludó a los presentes, para después dirigirse a un lado de Shun y al ver que seguía igual que hace una hora dio un suspiro
-Lo único que los mantiene vivos en estos momentos es el cosmos de Athena- murmuró Marin
-Si- asintió con pesar June- Por cierto Marin, Athena quiere que estemos en el Templo Principal en una hora, ha citado a todos los caballeros, quiere que empecemos a entrenar a nuevos candidatos para que sean los próximos caballeros de Oro y Plata...
-Aun no llevan ni una semana de muertos y ya se ha olvidado de ellos- dijo Marin
-No digas eso Marin- le dijo June- Ella so...- June se quedó callada volteando a ver a Marin y no tardó ni un segundo en ponerse de pie
-¿Qué sucede?- les preguntó Sunrei al ver que ambas chicas corrían a la salida y a Kiki quien se había puesto de pie
-Kiki, Sunrei, no salgan por ningún motivo de aquí- ordenó Marin para después salir corriendo de ahí, seguida de June.
-¿Marin, de quien podrá ser este cosmos tan poderoso?- le preguntó la rubia mientras que ambas corrían en dirección hacia el coliseo, ya que hace unos segundos habían sentido un cosmos del nivel de un caballero dorado en aquel sitio, el cual había aparecido de improvisto...
-No lo sé, pero Jabu está cerca de él, ya debe de haber interceptado al intruso...
Minutos después ambas llegaron al coliseo, donde se encontraron a los restantes caballeros de bronce, pero para su sorpresa no había nadie más con ellos...
-¿Qué fue lo que ocurrió?- preguntó June a Jabu, al acercarse a donde él se encontraba.
-No lo sé... cuando llegué lo único que encontré fue eso- dijo Jabu señalando al suelo, donde había aparecido un texto y una carta al final, lo cual estaba escrito en griego antiguo.
-¿Qué significa esto?- dijo la rubia, preguntándole a Marin y ella lo leyó en voz alta
-Athena, temed ante el nuevo Dios supremo, padre del Dios de todos los Dioses, que vuestra muerte está por llegar y será inevitable...
-Tenemos que avisarle a Athena- dijo Nachi y Marin recogió la carta, posando su vista en la firma de esta- Cronos...- murmuró al ver el sello
CONTINUARÁ...
Sáb Jul 26, 2008 8:37 pm
un poco largo pero de ke esta muy buena lo esta... sigue asi 
