PS SUBO ESTE FIC EN HONOR A NAHUEZ Y COMO BIENVENIDA A ITZU LA NUEVA KAZAKAGE-SAMA
ESTE NO ES MIO, PERO ESTA MUY BUENO
SI QUIEREN DATOS. POR MP O MAIL
Era ya tarde y una kunoichi de pelo castaño corría por un pasillo con un montón de papeles y rollos entre sus manos. Completamente extenuada entró casi sin llamar en el despacho del Kazekage, pero al hacerlo tropezó y todo se la cayó de las manos, esparciéndose por el suelo.
- ¡Oh, vaya! ¡lo siento! – dijo más fuerte de lo que hubiera deseado mientras se agachaba nerviosa para recoger todo. Pero enseguida una mano se aferró a su muñeca y la detuvo. Gaara la miraba con seriedad, pero no habló hasta pasados unos tensos e interminables segundos.
- No te preocupes, Matsuri, yo lo haré. Además… por hoy ya me has ayudado bastante.
Muy sonrojada, Matsuri asintió y al levantarse para irse por donde había venido, se dio de bruces contra Kankuro que en ese momento se disponía a entrar en el Despacho.
- ¡Caray! ¡ten más cuidado!
- ¡Sumimasen! – dijo Matsuri mientras se alejaba, avergonzada.
Pero posteriormente Kankuro sonrió y miró a su hermano.
- ¿A qué viene esa estúpida sonrisa? – quiso saber Gaara.
- Verás, es tu primer año como Kazekage y se está acercando la fecha de… y bueno he pensado que… – comenzó a decir con sonrisa burlona.
- No – dijo secamente Gaara.
- Oh, ¡vamos! Hace 10 años que no se celebra, obviamente nuestro padre… – en ese momento Gaara le miró con enfado – quiero decir, el cuarto Kazekage – corrigió Kankuro – ya sabemos que no era partidario de las fiestas pero ahora estás tú y… y …. - Pero no pudo continuar, miró a su hermano de pie, con los brazos cruzados, y de no ser porque sabía que ya no tenía en su interior al Shukaku, Kankuro se habría rendido antes de intentar convencer a su hermano de celebrar una fiesta, pero no lo hizo - Además podría ser divertido y a la gente le conviene divertirse un poco, esta aldea lo necesita, nuestra gente lo necesita… Gaara.
Este se había dado ahora la vuelta y miraba por la redonda ventana escudriñando el exterior. Unos niños jugaban abajo y otro se encontraba más alejado del resto, solo.
- Está bien – dijo al cabo de unos segundos – Organízalo todo; pero, Kankuro… – dijo antes de que este se marchase por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja – No te pases – terminó diciendo Gaara mientras le señalaba con un dedo acusador. Su hermano captó la idea.
Al cabo de una semana, toda la Aldea se había transformado. Numerosos carteles y pancartas se podían ver por las calles anunciando el evento, y en las tiendas ya ofrecían los productos típicos de las fechas, los famosos dulces de Sunagakure. El festival estaba en boca de todos, la actitud normalmente seria de los aldeanos había cambiado y se respiraba un ambiente más alegre y festivo.
Al lado de una tienda que vendía pasteles típicos con forma de remolino, aguardaba Matsuri con un rollo en la mano, parecía estar esperando a alguien. De la tienda salieron dos hombres adultos, iban cargados de dulces y reían, se detuvieron al lado de la kunoichi y esta no pudo evitar escuchar la conversación animada que mantenían.
- … desde luego este año será espectacular, hacía mucho que no se celebraba. – dijo uno de ellos.
- Sí, desde el Tercer Kazekage no se había celebrado el festival, menos mal que con el Quinto todo es diferente. No me lo esperaba dada su actitud tan seria, desde luego es sorprendente…
- Y eso teniendo en cuenta que ya sabes, según la tradición tendrá que escoger a una buena mujer, y creo que este año las pruebas serán bastante duras. Las aspirantes lo van a tener muy difícil – En ese momento a Matsuri se le cayó el rollo que llevaba en la mano y tosió un poco.
- Vaya, ¿en serio? ¡No me lo perderé por nada del mundo!
- Yo espero que escoja a una buena mujer para compartir su vida, se lo merece - dicho esto los hombres se alejaron mientras reían. Justo en aquel momento llegó Temari y observó que Matsuri estaba pálida como la cera, apretaba el rollo entre sus manos con gran fuerza, de forma que sus nudillos estaban igualmente blancos.
- Perdona por llegar tarde, tuve que tratar un asunto de última hora y… ¿te ocurre algo?
- No – dijo Matsuri muy deprisa – No es nada – añadió, pero su rostro reflejaba lo contrario. Obviamente no pudo engañar a Temari, esta dedujo que había oído a hablar a esos hombres, y sabía de las pruebas que se iban a realizar en el festival, pues era la encargada de las inscripciones. Señaló un cartel que lo anunciaba en el escaparate de la tienda y Temari dijo las palabras que Matsuri estaba temiendo.
- Deberías presentarte, a las pruebas.
Pero Matsuri no contestó y entregó el rollo a Temari. Esta insistió.
- Tú eres buena kunoichi, déjame inscribirte y ya verás como…
- ¡No! Onegai… no lo hagas – Matsuri parecía al borde del llanto.
- ¿Y por qué no? Venga ya, Matsuri, siempre he visto como le miras, y le alabas… incluso te peleas con esa chica solamente por…
- ¡No sigas! – insistió Matsuri - ¿No te das cuenta? Él estará delante, observándome y yo… yo… ¡haré el ridículo, como siempre! Además él no… no parece darse cuenta de que… existo – concluyó.
- Oh vamos, Gaara es serio con todo el mundo, no te fíes de las apariencias. Créeme, él es mi hermano, y le conozco bien. Date una oportunidad Matsuri, ten fe en ti misma. Mira, piénsatelo y mañana volvemos a hablar ¿de acuerdo? Habrá que darse prisa antes de que se cierre el plazo de inscripción.
- ¿Ella se ha inscrito ya verdad?
Temari sabía a quién se refería.
- Tu amiga fue la primera en inscribirse.
Y dicho esto, Matsuri se fue caminando despacio, totalmente hundida. ¿Qué debería hacer? ¿Sería capaz de presentarse a las pruebas? ¿Y si hacía el ridículo delante de todos? ¿De verdad Gaara podría tenerla en cuenta?
POSTEEN