LOS OLVIDADOS

ESPERO QUE LES GUSTE ESTE FIC, ES UN ONE-SHOT, PERO ESTA GRACIOSO

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Amanecía un hermoso día en Konoha, pero no para Ino. Porque para ella empezaba la lucha por la atención de Sasuke, y todo gracias a Sakura, que acaparaba toda la del moreno. Sabía que al chico le gustaban las mujeres con el pelo largo y buenas curvas –y esa era ella, no la estúpida-frentona-pecho-tabla que le estaba quitando a su Sasuke-kun.

Se vistió provocativa, porque creía que así por lo menos la miraría aunque no se diera cuenta de que era ella la que llevaba esa camisetita tan corta y escotada. Salió de su apartamento y se dirigió a casa del Uchiha para invitarlo a desayunar, pero no fue él quien le abrió la puerta.

- Buenos días, Ino-cerda, ¿se te ofrece algo?

- ¿TÚ?. ¿QUÉ DEMONIOS HACES TÚ AQUÍ, FRENTONA?

Hubo un cruce de miradas –jade versus turquesa. Sakura sonreía triunfante mientras Ino tenía los puños cerrados, pálidos, y los dientes le rechinaban de tanto apretarlos.

- ¿Ocurre algo, Sa-ku-ra?

Sasuke apareció tras ella y la abrazó por la cintura en actitud muy cariñosa, demasiado para Ino, quien no se había fijado que la pelirrosada estaba desnuda excepto por la camisa del Uchiha, que le llegaba a medio muslo. El chico sólo llevaba sus pantalones.

- No, nada, Sasuke-kun. Vuelve dentro, ¿si?. Enseguida voy contigo.

- Hmp, como sea.

Sasuke le dio un húmedo beso y desapareció en la oscuridad de su apartamento. Ino seguía con su cara de “no me puede estar pasando esto a mí”.

- Ino-cerda, ¿estás bien?

- ¿PERO CÓMO TIENES TANTA CARA, TÍA? –Sonaba como un rinoceronte desbocado-.

- ¿D-d q-qué me hablas?.

- ¿TE HAS ACOSTADO CON MI SASUKE-KUN?

- Sí, y me ha gustado mucho –sonrió con superioridad- y no, no es tu Sasuke-kun, ahora es mío.

- ¡SERAS PERRA!

- Ino, cálmate, no es para tanto. Tú puedes tener a quien quieras… y más con ese atuendo –la miró de arriba abajo-.

Ino respiraba agitadamente, estaba roja de ira y sus ojos estaban inyectados en sangre. El demonio había poseído a la tía-buena de Konoha.

- Confío en ti, ¿y así es cómo me lo pagas?

- Cerda, lo siento, pero… fue él quien empezó todo esto, yo sólo… me dejé llevar… ¿recuerdas?. Fuiste tú quien me enseñó que debía coger las oportunidades al vuelo y eso fue lo que hice… sabes que lo amo, Ino.

- ¡VETE AL DEMONIO!. ¡Y QUÉ SEÁIS MUY FELICES JUNTOS!

Sakura trató de detenerla pero Ino era más rápida cuando se trataba de huir del enemigo. Al final, la pelirrosada volvió al hogar del Uchiha y cerró la puerta tras de sí, para seguir con su jornada de “mimitos”.

Ino se fue, enfadadísima con el mundo, y decidió que iría a desayunar ella sola y con suerte se encontraría con algún ninja… al que poder ligarse y subirse la moral.

- - - o.0.º.0.o.0.º.0.o - - -

La alarma del despertador lo avisó de que era hora de volver a la rutina, volver a la cola del paro de Konoha. Porque Sai, desde que Sasuke volvió, fue despedido y reemplazado por el pelo-gallina-súper-sexy-gay. El paro era una situación extraña: no había misiones, no había entrenamientos, no había comida ni dinero para pagar la hipoteca, el coche, la tostadora… Definitivamente, el paro era algo muy aburrido y pobre.

Se levantó y miró a su alrededor –un montón de inmundicia lo rodeaba. Cajas de pizza amontonadas, botellas de alcohol, calcetines sucios colgando de la lámpara, sospechosas manchas verdes en las paredes y un extraño tufillo a algo pudriéndose en algún lugar debajo de la cama.

Sonrió –pero sólo porque no sabía llorar. Se olisqueó una axila y su sonrisa fue reemplazada por una mueca de asco extrema a causa del fuerte olor a oso. Decidió que ya era hora de quitarle las telarañas a la ducha.

-

Había estado en la cola por años, pero por fin la señora regordeta, que siempre le decía que era un completo inútil hasta para sacarse bien los mocos, se lo volvió a decir; pero cuando la mujer vio que a pesar de habérselo dicho cien veces Sai no borró su estúpida sonrisa, le dio algo que quizá podría servirle –y no, no era un desodorante.

Entró en el local, era una cafetería bastante cuca pero eso a Sai le dio bastante igual. Se plantó delante de la barra y pidió hablar con el encargado.

- ¿Qué se te ofrece, chico?

- Trabajo.

- ¡Oh, sí! Envíe una solicitud al paro para que me mandaran a alguien, ya recuerdo.

-…

- ¿Tienes experiencia en hostelería?

- No.

- ¿Sabes manejar una cafetera, preparar cócteles o usar un lavavajillas?

- No, no y ni siquiera sé lo que es eso.

- ¿Cocinas?

- La última vez que lo intenté tuve que llamar a los bomberos.

El hombre ladeó la cabeza y se quedó pensativo mirando a Sai, quien no dejaba de sonreír.

- ¿Te gusta trabajar?

- ¿Conoce usted a alguien a quien le guste trabajar?

- …

- Pues eso.

- ¿Y por qué demonios has venido?

- Porque vivo entre un montón de mierda que no puedo pagar.

El hombre se asombró notoriamente.

- Eres vago, inútil e impertinente.

- …puede.

- Contratado. Empiezas ahora mismo.

El hombre le lanzó un delantal y lo puso a trabajar detrás de la barra, preparando cafés y sirviendo desayunos. Quince minutos después una rubia explosiva ligerita de ropa entró en el local, miró a su alrededor como buscando algo y detuvo su vista en Sai.

El chico sin apellido tragó saliva sonoramente –estaba experimentando el terror por primera vez.

Inner Ino: es guapo, es fuerte, es inteligente, es un creído, arrogante y altanero. Estaba por Sakura, es ninja de alto nivel… ¡Es Sasuke-kun con el pelo hacia abajo!

Inner Sai: Es rubia, buen culo, buen busto, buenas caderas, buenas piernas,... ninja, sexy y sola. ¡Corre antes de que se te acerque!

Pero ya era demasiado tarde, Ino ya estaba sentándose en la barra, apoyándose en ella de forma que el canalillo quedara bien a la vista. Sai seguía fingiendo que no había nadie allí.

- Hola, Sai –voz súper sexy-.

- Hmp.

Inner Ino: ¡Oh, Dios mío!. Es como Sasuke-kun.

- ¿Cómo tú por aquí?

- Trabajo.

- Creía que eras ninja.

- Ya no.

- …

- …

- ¡Eh, tú!. ¡Pedazo de idiota, sé amable con la clientela fija!. ¡O no verás un céntimo!

El encargado ya se había percatado de que Sai ignoraba a Ino, que era muy buena clienta de allí desde que tenía uso de razón. El chico asintió cansinamente.

- Me reemplazaron por Sasuke. ¿Contenta?

- A mí Sasuke me reemplazó por Sakura –hizo un mohín-.

- Tú nunca estuviste con Sasuke, así que nunca nadie te reemplazó.

- Vete a paseo, imbécil.

- No puedo, estoy trabajando…

- Pues ponme un café con leche y cierra tu gran bocaza de zorro.

- …

Sai se dio la vuelta y sacó una taza de un armario cercano, la puso bajo el grifo de la cafetera y dejó que el café llenara el recipiente. Ino observaba la escena con un hilillo de baba resbalando por la comisura de sus labios –Sai era algo realmente agradable de ver. Una idea macabra se le pasó por la cabeza.

- Oye Sai, se me ha ocurrido que si tú estás solo y yo estoy sola…

- ¿Hmp?

- Podríamos quedar y eso, no sé, para conocernos mejor y…

- Tengo trabajo.

- Te lo diré de forma que lo entiendas… Necesito que me presten algo de atención.

Sai puso mueca de asco, realmente había personas extrañas en este mundo… y se le ocurrió una idea.

Inner Sai: Estás en el paro, no tienes dinero ni para palillos, no has mojado desde aquella vez que te fuiste de misión al “Burdel Oculto de Konoha”, la ducha está llena de telarañas y no puedes ni suicidarte porque el tipo de la tienda de armas no te vende porque dice que tienes cara de gilipollas. Yo que tu haría algo… y lo haría ya.

Sai: tengo un plan, tú sígueme el rollo.

- ¿Sai?. ¿Sigues ahí?

- ¿Qué decías?

- ¿Qué si quedamos para darnos atención un rato?

- Son cincuenta la hora, cien con sexo.

Ino se quedó pasmada, mirando al vacío; caviló sus posibilidades, pros y contras.

- ¿Aceptas tarjetas de crédito?

NO!!! JAJAJAJAJJAAJJAJJA

Te pasas Heru , muy gracioso!

Ja ja ja


pobre Sai no me caera pero


esa crisis economica es algo feo


aunque pudo sacar algo de dinero al final


me pregunto si Ino se hara clienta comun de Sai

jajajajaja!!!! sigue esta buena