Capitulo 6
~ Nueva decisión ~
Me encontraba en un callejón oscuro, estaba cansada había corrido demasiado y estaba muy lejos de casa, sentí la lluvia en mi cuerpo y unas pisadas detrás de mi, gire todo mi cuerpo para quedar de frente con ese sujeto, no lo pude ver bien, tenia el rostro cubierto, usaba una gabardina negra, todo estaba demasiado oscuro como para que fuera capas de identificar al sujeto parado frente a mi, mire unas escaleras de los departamentos que había allí, corrí hacia ellas y comencé a subir, mi respiración a cada segundo se hacia mas acelerada al igual que mi pulso, llegue a la azotea, la lluvia se volvió mas fuerte, mire a otro sujeto con gabardina negra y con el rostro cubierto, me di la vuelta y el primer hombre ya estaba detrás de mi, sentí un golpe en la cabeza y caí desmayada…
Desperté y me senté bruscamente en mi cama, estaba asimilando que había sido un sueño, pero lo sentí tan real que estaba confundida, tal vez tuve esa pesadilla por el sujeto que vi la noche anterior, que me llevo a tener esa pesadilla, pase una mano entre mi cabello, escuche algo romperse en el piso de abajo…
-Akane ten mas cuidado - Dije al momento de ponerme de pie y abrir la puerta de mi habitación.
-¿estas bien? – pregunte pero no hubo respuesta - ¿Akane?
Llame a mi hermana pero no contesto, escuche otra cosa romperse, me alerte y baje corriendo las escaleras, mire la pequeña sala en orden, me dirigí lentamente a la cocina, mire el refrigerador abierto, camine con precaución hacia delante, tome lo primero que encontré, mi corazón estaba acelerado, camine lo que me faltaba y mire a un pequeño comiéndose todo lo que encontraba del refrigerador.
-¡Hay niño, me asustaste!
Grite molesta por el susto que me había llevado, el pequeño niño se asusto con mi grito y tiro todo lo que tenia en sus pequeñas manos, no tenia mas de 8 años, tal vez tenia 6 o 7 años de edad, estaba todo sucio, mire la puerta de la cocina que llevaba a la calle abierta, y unos frascos rotos, di un pequeño suspiro y dije
-ya que importa
Me di la vuelta para subir las escaleras, pero después reaccione “¿Qué hacia un niño en mi casa?” me gire para verlo a la cara, tenia su boca llena de comida, y como ya había dicho todo sucio, me acerque a el y lo mire temblar.
-¿Qué haces en mi casa? – le pregunte en tono frío y me di cuenta de que tenia varios moretones en su piel.
-l-lo s-siento se-señorita – dijo temblando y tragando lo que tenia en su boca
-te pregunte ¿Qué haces en mi casa?
-y-yo, t-tenia hambre
-y ¿piensas que puedes entrar a las casa de las personas sin su permiso?
-¡lo siento! – grito y salio corriendo
-pero que niño – dije molesta, cerré la puerta con seguro - ¿Dónde estará Akane? – mire el reloj de la cocina - ¡¿las 7:25?!
¡No puede ser! ¡Tengo clase a las 8! Y ya era tarde, corrí hacia mi habitación, tome mi ropa y me metí a la ducha, salí lo mas rápido posible, cepille mis dientes, me vestí, tome mis cosas y salí corriendo, había olvidado programar el despertador y mi hermana no estaba, antes de salir de casa mire una nota de mi hermana que decía...
“Ayame…
Salí temprano por que tenía que hacer un trabajo en la biblioteca de la escuela, te veo allá.
Te quiero tu hermana Akane.”
Deje la nota en donde la encontré, deje el desorden de la cocina tal y como lo encontré ya era tarde como para que me pusiera a limpiar, salí y me asegure de que la puerta quedara bien cerrada al igual que le puerta de la cocina, para que ya nadie entrara.
Salí corriendo hacia la escuela, eran las 7:50 no alcanzaría a llegar, pero corrí lo mas rápido que podía, siempre caminábamos 20 minutos para llegar a la escuela, corriendo tenia que durar menos en llegar ¿no?, acelere mas mi paso, incluso sentía que no tocaba el piso, levante mi brazo y mire mi reloj, eran las 8:05 y ya casi llegaba, tropecé varias veces, ¡por fin entre al instituto! Mi clase era en el aula 206 era la clase de matemáticas, llegue al salón a las 8:10, abrí la puerta bruscamente y toda la clase de giro a verme.
-pe-perdón p-por la tar-tardanza – dije sin aliento y jadeando de lo cansada que estaba, mirando hacia el piso
-que bueno que decidió acompañarnos el día de hoy señorita Kimiyama – contesto la profesora – pase y valla a su lugar – me ordeno, odio que me den ordenes
-Hai – conteste levantando la vista del suelo lentamente.
Cuando termine por levantar mi vista del suelo, mire a un peli-rojo de pie frente a la clase, usaba el uniforme del instituto, el me volteo a ver y me miro tratando de decirme “¿Qué es lo que me vez?” gire rápidamente mi mirada y entre al salón dirigiéndome a mi lugar al lado de Hinata como siempre y hasta el final del aula, al sentarme la profesora dijo.
-Muy bien chicos, antes de que fuéramos interrumpidos por su compañera Kimiyama – yo solo la voltee a ver con cara de fastidio, las matemáticas era mi clase favorita pero a la profesora no la soportaba – como recordaran – continuo – el es su compañero Sabaku no Gaara, que una semana no venia a clases por asuntos familiares, pero ya esta de regreso, Gaara ve a sentarte – le ordeno la maestra
El chico se sentó enfrente de mi y la maestra comenzó la clase no sin antes pasar lista de asistencia en ese rato Hinata me pregunto.
-¿Por qué llegaste tarde? – pregunto en un susurro y tímidamente como siempre
-se me olvido programar el despertado – dije dando un pequeño suspiro y continué – mi hermana salio temprano – le dije también en un susurro ya que la maestra era exigente y si nos cachaba platicando nos amonestaba.
-que mal – me dijo
-Hyuga – dijo la maestra
-presente – contesto
- y por si fuera poco un niño entro en mi casa a robar comida – le dije molesta
-¿un niño? – pregunto confundida
-si – le conteste
-Kimiyama – dijo la profesora
-aquí – le conteste molesta
La profesora término de pasar lista de asistencia y comenzó la clase, todo fue normal, no pasó nada fuera de lo común, la clase pasó rápido, era viernes así que todos querían que terminaran pronto las clases, a mí como siempre me daba igual, a la hora del almuerzo, la mesa donde solíamos comer mi hermana y yo había tres personas mas, Temari, Kankuro y Gaara, por lo visto a Shikamaru le gusta molestar a Temari y esta le gusta contestarle de uno u otra forma, el día se paso muy rápido, últimamente los días avanzaban tan deprisa que ni cuenta me daba, cuando nos dirigíamos a casa, íbamos de nuevo los hermanos Sabaku, Sasuke, mi hermana y yo, en el trayecto le conté a mi hermana o mas bien me queje por el accidente de la mañana, por el niño, la cocina sucia, los frascos rotos, la puerta abierta y de la carrera que di hasta la escuela. Temari, Kankuro y mi hermana se rieron de mi a lo que yo solo dije “que apoyo” llegamos en donde cada quien se iba por su lado, al llegar a casa entre mi hermana y yo limpiamos la cocina, después subí a mi habitación y encendí la laptop entre en mi Messenger y estaba mi amiga conectada.
Platica por Messenger:
Little bit longer… Amo esa canción.. Yeah!!
… dice:
Hola ¿Cómo estas?
Comenzando de nuevo... dice:
Pues no me quejo ¿tu qué tal?
Little bit longer… Amo esa canción.. Yeah!!
… dice:
Bien, ¿y como te va en el instituto nuevo amm…
Comenzando de nuevo… dice:
Ahora me llamo Ayame Kimiyama, me va igual que siempre
Little bit longer… Amo esa canción.. Yeah!!
… dice:
¿De donde sacan nombres? Jajaja ¿no batallan para cambiárselos?
Comenzando de nuevo… dice:
Un poco, ya sabes, tenemos que cambiar todo, nuestras actas de nacimiento, y todo eso, es algo pesado…
Little bit longer… Amo esa canción.. Yeah!!
… dice:
Me imagino…
Dure unas muy largas horas chateando con mi mejor y única amiga, me reía de las locuras que decía, siempre decía cosas raras, estaba algo no mejor dicho muy loca, se la pasaba inventando cosas, pero son divertidas sus locuras, me divertía con ella, cuando leía algunas de sus invenciones me reía en voz alta incluso escuche a mi hermana decir “me alegra que sea feliz por lo menos detrás de esa pantalla”…
Ya tenemos tres meses en el instituto Konoha, mi hermana se lleva muy bien con todos, en cuanto a mí, todo es igual, mi expediente esta lleno de amonestaciones, el de mi hermana esta limpio, no he hecho ninguna amistad, a veces mi hermana y yo salimos con sus amigos, pero solo es por que de uno u otra forma me convence, era un martes por la noche y mi hermana y yo estábamos sentadas en el comedor cenando, esos tres meses era lo mismo, comíamos en silencio, había algo que quería decirle a mi hermana desde hace un par de semana pero por fin se lo diría, le di un trago a mi vaso con jugo de naranja, di un pequeño suspiro y entonces la llame…
-Akane – dije lentamente
-¿Qué pasa Ayame? – me pregunto extrañada
-yo…emm… bueno – no sabia como decírselo, no era nada malo, pero me sentía extraña
-¿Qué pasa? Dime, me estas asustando
-no es nada malo
-¿entonces? Dime
-yo…yo
¿Cómo me era tan difícil decir dos palabras?, dos sencillas palabras, sabia que lo que le iba a decir sonaría tonto y extraño en mi, tome un poco de aire y lo dije
-quiero quedarme…